El comedor de Cáritas Diocesana de Pamplona- Tudela nació hace cinco años con la intención de desaparecer cuando no fuera necesario, pero finalmente, se implantó como un complemento a otros recursos de Cáritas. Su objetivo es cubrir las necesidades básicas de alimentación a personas en exclusión o en riesgo de estarlo derivadas de cualquier proceso o servicio de Cáritas Diocesana.
Atiende a los usuarios del Centro Ocupacional, la Residencia Santa María para personas solas y otras personas derivadas por otros Servicios de Cáritas Diocesana.
El perfil de los asistentes es el de una persona joven, la mayoría hombres sin papeles, personas con dificultad económica, personas con enfermedades crónicas, con dificultades por temas de salud mental, dependientes o incapaces de tener una alimentación equilibrada por sí mismo.
El cambio de instalaciones a un lugar más amplio, totalmente nuevo ha permitido introducir mejoras en la calidad del servicio y la comodidad de los usuarios, además de mejorar la calidad de la comida. Se cocina en las propias instalaciones de Cáritas, lo que permite solucionar imprevistos si falta comida, evitar calentar la comida porque está recién hecha, etc.
Cada año se realiza una encuesta anónima a los usuarios del comedor para valorar su funcionamiento, tanto sobre la calidad y cantidad de comida, como por el trato recibido por los voluntarios y las instalaciones existentes. En las cuatro encuestas que se han realizado hasta ahora, el grado de satisfacción de los usuarios es del 95% y los comentarios que se reciben día a día van en la misma línea.
El comedor atiende una media de 75 personas al día.
Tiene capacidad para dar de comer a 60 personas a la vez y además, se sirven comidas para llevar cuando una familia tiene niños o la situación lo requiere.
El equipo de comedor está formado por 30 personas, una de ellas contratada por Cáritas y el resto voluntarios.