Un máximo de 60 jóvenes participan en esta primera edición, que se desarrolla del 29 de julio al 3 de agosto en Barcelona.
Las Cáritas Diocesanas de Ávila, Albacete, Barcelona Cartagena Murcia, Oviedo y Santiago de Compostela han sumado esfuerzos para poner en marcha la iniciativa “Hagan lío”, un proyecto pionero de campamento común que se desarrollará del 29 de julio al 3 de agosto en Barcelona. Es la primera vez que se lleva a cabo dentro de la Confederación Cáritas una iniciativa interdiocesana de este tipo, que cuenta con la coordinación y el apoyo financiero de Cáritas Española.
Este nuevo proyecto se dirige a un grupo máximo de 60 adolescentes y jóvenes procedentes de los diferentes programas de infancia, adolescencia y familia, así como jóvenes de los programas de voluntariado joven, con edades comprendidas entre los 14 a los 20 años y divididos en dos grupos: de 14 a 16 años y de 17 a 20 años. Se desarrollará, inicialmente, durante dos años y en dos zonas geográficas distintas, y contará con el apoyo y seguimiento de un equipo de técnicos y voluntarios de las Cáritas Diocesanas.
Primer intercambio joven en Barcelona
Este primer intercambio joven tendrá como marco la ciudad de Barcelona, con la ventaja añadida de contar con zona costa y playa en verano, así como numerosas posibilidades para disfrutar las ofertas culturales y de ocio de la ciudad.
Las actividades del campamento se ubicarán en el barrio de la Barceloneta, próximo al mar, poblado históricamente desde el siglo XIX por pescadores y mineros. En esta zona de las ciudad se encuentra el Centro de Actividades de la Barceloneta de Cáritas, donde coexisten varios proyectos de la Diócesis: un Centro de Formación y Alfabetización de adultos, otro Centro Abierto de niños y niñas de entre 6 y 13 años, un Casal de Adolescentes de 14 a 17 años y otro Casal de Jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y 23 años.
Será este Centro de Actividades el que acogerá este primer año del intercambio joven de Cáritas Española y el que facilitará tanto el alojamiento como el resto de necesidades del proyecto. Se está a la espera de decidir la ubicación del segundo intercambio joven, previsto para el año que viene, dado que es posible que se abran nuevas posibilidades en distintos territorios de todo el país.
Objetivos
Esta experiencia pionera pretende facilitar a jóvenes de familias en situación de vulnerabilidad social acompañadas por Cáritas nuevas propuestas de aprendizaje basadas en el intercambio territorial, cultural y de experiencias con otros grupos de jóvenes del territorio español.
De manera específica, las actividades programas están diseñadas para fomentar en los jóvenes, acompañados por los profesionales correspondientes, su iniciativa personal y social con unos procesos de participación y autogestión, en función de cada edad. Esta experiencia busca favorecer, además, el conocimiento mutuo entre jóvenes de distintos orígenes geográficos y entornos familiares y sociales, a través del desarrollo de actitudes y aptitudes que les permitan aprender a organizarse, a convivir en distintos contextos, y mejorar su proceso de desarrollo y socialización.
Prevención a través de un ocio saludable
Por su propio trabajo de acompañamiento a familias con escasa capacidad para afrontar las necesidades educativas y formativas, Cáritas conoce cuáles son las consecuencias que tiene vivir en una situación de exclusión o de precariedad para el desarrollo y la calidad de la vida infanto-juvenil. Además, existe un riesgo elevado de que esta situación de exclusión perdure durante la vida adulta y se consoliden situaciones de transmisión intergeneracional de la pobreza.
Como explica Carmen García, una de las expertas de Cáritas Española que han animado la puesta en marcha del proyecto, “debido a que la calidad de vida de los jóvenes se ve mermada por las realidades que están viviendo, surge esta iniciativa de una experiencia piloto de convivencia de jóvenes procedentes de diferentes Cáritas diocesanas”.
“Este proyecto –añade— busca desarrollar actividades dirigidas a la atención socioeducativa en el tiempo libre, con un carácter preventivo, lúdico-educativo y cultural, que promueve el desarrollo personal, las relaciones positivas y la creación de espacios de protagonismo y participación de jóvenes procedentes de diferentes realidades de cada una de las diócesis de origen”.
Las opciones de acceso a un ocio saludable se reducen drásticamente en entornos de vulnerabilidad y exclusión, que suelen caracterizarse, además, por la generación de conflictos, incomprensión y violencia. “Muchos de los adolescentes, pese a estar rodeados de familia y amigos, sienten una gran soledad, ya que no son capaces de expresar sentimientos, generar empatías con sus semejantes y encontrar soluciones a problemas cotidianos del día a día”, indica Carmen García.
De ahí la gran importancia del proyecto “Hagan lío” a la hora de educar a los jóvenes en la ocupación del ocio para reforzar el sentido de pertenencia e identidad grupal y poder satisfacer necesidades personales como las relacionales, afectivas y sociales.
Por eso, subraya esta experta de Cáritas, “es fundamental el trabajo de orientación activa de los adolescentes y jóvenes hacia un uso propio y organizado del tiempo libre, que les ayuda a discriminar entre el ocio pasivo y el activo, a sentirse motivados hacia retos y aprendizajes ajenos a los riesgos de conductas y consumos perjudiciales, y a fomentar su autonomía en las decisiones, los gustos y la incorporación de mejores metas de logro”.