Son casi 800 personas las que realizan su voluntariado en Cáritas Diocesana de Pamplona y Tudela como un trabajador más. La mayoría son personas mayores que han terminado su vida laboral, y disponen de ganas y tiempo. Se integran en los equipos de trabajo y entre todos, voluntarios y trabajadores conforman el equipo humano de trabajo de Cáritas.
Son una pieza imprescindible en Cáritas, asegura Maite Quintana, Secretaria General de Cáritas Diocesana de Pamplona – Tudela.
“Sin voluntarios, siete de los diez servicios destinados a usuarios no podrían llevarse a cabo, la tómbola sería inviable y otras labores de apoyo dentro de la organización tampoco. Pero la pérdida fundamental sería nuestra identidad, pasaríamos a ser una entidad prestadora de servicios sociales en vez de una entidad que lleva a cabo la misión de la Iglesia de atender a las personas en exclusión”.
Las cifras avalan la afirmación de que Cáritas es una entidad de voluntariado. Unos 780 voluntarios, mientras que el número de personas contratadas rondan los 40. Un 5% de las personas que trabajan en Cáritas son contratadas, frente al 95% que son voluntarios.
Realizan diversas labores: trabajos de administración, calidad, recursos humanos, recepción, servicios de hemeroteca y archivo documental, labores de relación con empresas, atención a donantes y socios, monitores de centro ocupacional, residencia, etc.
Ser voluntario es una vocación, sostiene Maite Quintana, Secretaría General de Cáritas,
“supone querer comprometerse con una organización con la que se siente afinidad con sus valores y misión, para ayudar a otras personas y contribuir de manera sencilla a mejorar nuestra sociedad. A partir de ahí hace falta disponer de tiempo, tener madurez, responsabilidad para asumir un compromiso y una sensibilidad social”.
¿Perfiles necesarios?. “Podemos tener necesidades concretas”, nos cuenta Maite, “ahora mismo por ejemplo necesitaríamos dentistas que colaboren con nosotros y donen sus servicios. Es otra forma de voluntariado, pero lo fundamental es conocer a la persona que quiere colaborar, ver qué inquietudes tiene, que está buscando, dialogar sobre qué es Cáritas, qué hacemos y las posibilidades de colaboración teniendo en cuenta la disponibilidad, habilidades, gustos, sensibilidad y experiencias previas que tenga la persona”.