Desde muy pequeña, Camino Soto supo que algún día colaboraría con Cáritas…
Siempre pensé: Ahí, detrás de todos esos premios, tiene que haber mucho más. Y algún día lo descubriré.
Dicho y hecho. Hace más de 10 años, una amiga le animó a que colaborara como voluntaria. Cuando vio lo que era, le trajo muchos recuerdos.
No sé porqué, pero me impresionó mucho ver la Tómbola por dentro… ¡Era más grande de lo que imaginaba! Para mí la Tómbola es una tradición de toda la vida. Mis hermanos y yo, veníamos de críos con mi “papá” a comprar boletos. ¡Era una alegría ver como montaban la Tómbola! Por aquella época vivíamos en la calle Estafeta y nos quedaba muy cerquita. Eso sí: hasta que no llegábamos a casa, no se abrían los boletos… ¡Era el postre de nuestras comidas!
No se lo pensó más y fue en ese momento cuando decidió que ayudaría a Cáritas en todo lo que pudiera.
Me encanta lo que hago, porque colaboro con las personas más necesitadas. Creo que hago un buen trabajo de mucha necesidad y sobre todo, me solidarizo con aquellas personas que lo están pasando mal.
Por las mañanas, Camino, está detrás del mostrador de la Tómbola repartiendo premios y durante el año, los martes y los jueves, es la encargada de la recepción de Cáritas, en la calle San Antón.
Yo vengo encantadísima de la vida, aunque a veces hay gente que me comenta: ¿Y por qué vas allí? ¡Si no te pagan nada!. Yo me río… Lo que ellos desconocen es que el mejor sueldo que puedo cobrar, es saber que estoy ayudando a muchas personas que nos necesitan. El solo hecho de repartir los regalos desde este mostrador, ya es una alegría… Nunca he dado un premio grande, ya que en mi zona no se dan premios importantes, pero aquí, el más pequeño, siempre es una ilusión para el que lo recibe.
Le da pena, pero sabe que esto algún día llegará a su final…
Yo de aquí nunca me jubilaría… Pero a los 75 años, lo tenemos que dejar.
Eso sí: ella va a disfrutar hasta el último minuto, ya que, además de su familia, pocas cosas en la vida le aportan tanto.
Me voy a casa muy contenta de haber ayudado a los demás. Vemos casos muy duros y con mucha necesidad y realmente eso es lo que te hacer seguir colaborando con Cáritas. Estoy encantada de ser voluntaria… ¡Es tan agradecido!
Camino Soto, podrá decir siempre que su ilusión por ayudar a los demás, a cambio de nada, se hizo realidad…