71 años de historia
71 años de historia. La Tómbola de Cáritas Diocesana de Pamplona – Tudela.
La Tómbola de Caritas Pamplona es gran una rifa de objetos que se celebra anualmente en el Paseo Sarasate de Pamplona y cuyo beneficio se destina íntegramente a sostener proyectos sociales. Se inauguró en 1945 y desde entonces ha ido creciendo hasta convertirse en una Tómbola única en España.
Es una rifa única tanto por su tamaño, se venden dos millones de boletos cada año y se entregan más de 400.000 premios, como por el cariño que despierta entre todos los navarros. La instalación de los primeros andamios durante el mes de mayo es el anuncio de que el verano y los Sanfermines están muy cerca y es muy frecuente el comentario de sorpresa, ¡¡Si están montando la Tómbola…. Estamos en San Fermín!!
Y desde el día que se inaugura, el último sábado del mes de mayo hasta su cierre, el 15 de julio, el espacio de la Tómbola se convierte en un hervidero de personas que se acercan hasta las instalaciones en el Paseo Sarasate para contribuir con la labor social de Cáritas y …“ver si toca algo”. Se trata de una tradición que se ha transmitido durante generaciones de navarros. Si no hay suerte, siempre queda la certeza de que se ha contribuido a una buena labor social.
Uno de los atractivos o diferencias de esta Tómbola de Cáritas Pamplona es que es difícil marcharse sin un premio. Se reparten una media de 11.000 al día.
Puede ser un coche, un televisor, un jamón hasta un aperitivo, una báscula de baño, unas aceitunas o… nada.
En total, 431.000 premios (345.000 directos, 23 premios a sorteo que son vales de compra valorados en 2.500 euros y 86.000 premios que se consiguen reuniendo un número determinado de boletos).
El éxito de Tómbola, la solidaridad de los ciudadanos y su finalidad
Las cosas han cambiado… La evolución de la Tómbola en estos 71 años ha sido muy importante, pero como asegura Ana Urmeneta, Responsable de la Comisión de Tómbola, “Se ha debido de hacer bien porque si no, no hubiéramos vuelto año tras año.
Para Cáritas, el mejor balance es el haber concienciado a los miles de compradores que asisten cada año, de que existen personas a las que la vida les ha golpeado duramente y a las que hay que echar una mano. La Tómbola hace posible acciones prioritarias en torno al mundo de la marginación y la exclusión.