Día tras día, los pamploneses intentaban olvidar su dolor, ayudando a las personas que más lo necesitaban. Ponían todo de su parte, para sacar una sonrisa a todos aquellos que colaboraran con la Tómbola de Cáritas. Y de pronto, las noticias en la radio, se escucharon más altas que nunca:
Adolf Hitler y su esposa Eva Braun, al reconocer que su guerra estaba perdida, decidieron poner fin a sus vidas en Berlín el 30 de abril…
Una semana más tarde, se firmaba en Reims, Francia, el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La alegría, como aquella terrible guerra, fue mundial!
Además, solo faltaban dos meses para la inauguración de la primera Tómbola en Pamplona. Y eso, sin una guerra detrás, era mucho más fácil.
Tantas cosas pasaron aquel 1945…
En junio, se firmó en San Francisco (E.E.U.U) la carta de las Naciones Unidas y el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia… ¡Buenas noticias!
Además, en octubre, en Nueva York, se fundó la ONU (Organización de las Naciones Unidas) Aquello, era una entidad de carácter internacional integrada por gobiernos de todo el mundo. Buscaban unir esfuerzos para conseguir buenos resultados en materia de paz, seguridad, progresos económicos y sociales y sobre todo, conseguir derechos humanos… ¡Cuánta falta nos hacía esto en el mundo!
Y para terminar el año por todo lo alto, en diciembre, en México se creó la empresa Bimbo. ¡Al fin,conoceríamos los famosos “sándwichs”!
Sin duda, se pasó del blanco y negro al color…
Y sí, el 6 de julio de 1.945, tras el Chupinazo, la Tómbola de Cáritas, se inauguró bajo la expectación de cientos de pamploneses… ¡Fue todo un éxito!
Quizá fue ese momento el punto clave para que la historia empezara a enderezarse. O no. Lo que sí tenemos claro es que hubo un antes y un después desde la primera vez que se colocó la Tómbola…
1.945 empezó doblado como el junco, pero como dice la canción, terminó poniéndose en pie…